Aire limpio para todos

Movilidad sostenible

sábado, 20 de septiembre de 2008

Román Rodríguez

La crisis energética mundial y la creciente degradación medioambiental del Planeta son factores que dan más importancia, si cabe, a la celebración, entre el 16 y el 22 de septiembre, de la Semana Europea de la Movilidad, impulsada por las instituciones europeas. En esta edición lleva como lema ‘Aire Limpio para Todos’. Con el desarrollo de la Semana Europea de la Movilidad se pretende, entre otros objetivos, impulsar la movilidad urbana sostenible, potenciar el uso del transporte público y concienciar a la ciudadanía y a las propias Administraciones públicas de las consecuencias de la contaminación originada por los coches. Una tarea que busca, en definitiva, entornos urbanos más respirables y mayor calidad de vida para sus ciudadanos y ciudadanas.

Coinciden esos objetivos con los planteamientos que venimos realizando en el Cabildo de Gran Canaria desde la Autoridad Única del Transporte, preocupados por el impacto medioambiental y, también, conscientes de que la movilidad y la calidad de las conexiones insulares, interinsulares y con el resto del mundo, constituyen un elemento clave para el incremento de nuestros actuales niveles de competitividad.

Si el vigente modelo es insostenible en territorios continentales, tal y como reiteran las autoridades comunitarias, lo es más aún en los insulares, por lo que es urgente modificar la actual tendencia de absoluta preponderancia del automóvil privado y apostar decididamente por un mayor peso del transporte público de viajeros y mercancías.

Como he señalado en otras ocasiones, las características de nuestro limitado territorio y una visión sostenible del mismo obligan a optar por un modelo de comunicaciones que combine eficacia y sostenibilidad. Y ello supone implementar políticas dirigidas a la mejora del transporte público y, asimismo, a intensificar modelos de urbanismo y de transporte autocentrados.

Taxis, guaguas y tren

En ese marco se inscriben nuestros compromisos con los 2.500 taxis y las 700 guaguas de la isla, destinados a incrementar la calidad, potenciar los desarrollos tecnológicos y mejorar la información a los usuarios; con medidas en marcha que van desde la tarjeta única a la mejora de las marquesinas de las paradas y el desarrollo de distintas infraestructuras. Asimismo, desde la Autoridad Única hemos abierto una línea de subvenciones destinadas a la incorporación a la flota de taxis de vehículos menos contaminantes.

Por otra parte, desde la Autoridad Única del Transporte venimos trabajando intensamente para la incorporación de ferrocarriles que van a transformar substancialmente el transporte público en Gran Canaria; el transporte guiado supone una oferta de elevada comodidad y puntualidad, así como una reducción importante de los niveles de emisiones contaminantes, con la posibilidad, además, de que pueda ser alimentado por energía producida por fuentes alternativas.

Se trata de combinar inteligentemente los distintos modos de movilidad (guaguas, taxis, transporte guiado, paseos a pie…), disminuyendo el uso irracional del automóvil. Y para ello es imprescindible que la oferta de transporte público responda a las demandas ciudadanas y que estos perciban que merece la pena su uso.

Por eso, desde el Cabildo nos hemos implicado en la búsqueda de una solución a la actual crisis de Guaguas Municipales, pese a que es responsabilidad estricta del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. Lo hacemos convencidos de la necesidad de un compromiso claro de las distintas administraciones para evitar la quiebra a la que la ha conducido una larga etapa de gestión absolutamente irresponsable. Para solventar las deudas de Guaguas Municipales es preciso que se apruebe un plan de saneamiento y, al tiempo, que saque a la empresa de la deuda de más de 30 millones de euros que provocaron los gobiernos municipales del PP, y realizar un plan de viabilidad para que la empresa funcione eficazmente y tenga futuro.

Queremos contribuir desde Gran Canaria a los objetivos básicos planteados por la Unión Europea, entre ellos disociar la movilidad de sus efectos secundarios (atascos, accidentes y contaminación); optimizar las posibilidades de cada modo de transporte; fomentar el uso de transportes más limpios desde el punto de vista medioambiental, más seguros y eficaces desde el punto de vista energético. Estamos hablando de una auténtica prioridad política si queremos un presente y un futuro en el que las personas y las mercancías puedan desplazarse adecuadamente, y en el que avancemos en la reducción de la emisión de CO2, uno de los gases de efecto invernadero, fomentando ciudades más amables y acogedoras.

Román Rodríguez, es presidente de Nueva Canarias.